Jueves santo
Misa de la cena del señor
DEL
JUEVES, 9 DE ABRIL, 2020 8:00 PM
parroquia catóLICA REINA DE LA PAZ
La Misa vespertina de la Cena del Señor celebra el Misterio del Cenáculo mirando hacia la Cruz y la Resurrección. Jesús instituye el memorial de su Pasión mientras la Iglesia hace presentes sus mismas palabras de institución, sus gestos de amor y su Eucaristía.
La Sagrada Eucaristía es el principio del triduopascual y el cumplimiento de la última Cena
Las siguientes palabras son un extracto de una homilía de San Melitón de Sardes, Obispo.
“Él vino del cielo a la tierra para remediar los sufrimientos del hombre; se hiso hombre en el seno de la Virgen, y de ella nació como hombre; cargó con los sufrimientos del hombre, mediante su cuerpo, sujeto al dolor, y destruyó los padecimientos de la carne, y él, que era inmortal por el Espíritu, destruyó el poder de la muerte que nos tenía bajo su dominio.
Él fue llevado como una oveja y muerto como un cordero; nos redimió de la seducción del mundo. Él aceptando la muerte, sumergió en la derrota a Satanás, como Moisés derrotó al Faraón.
Él nos ha hecho pasar de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, de la tiranía al reino eterno, y ha hecho de nosotros un sacerdocio nuevo, un pueblo elegido, eterno. Él es la Pascua de nuestra salvación.”
Rito de Entrada
Himno de procesión
Venimos Ante Ti, Señor
Venimos ante ti Señor
Con corazones sinceros
Llenos de alabanza y de adoración
Porque tú eres rey de reyes
Y Señor de Señores
Solo tú eres digno
De que todos te adoren.
Gloria
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración Colecta
Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrifcio, banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por Nuestro Señor Jesucristo que vive reina por los siglos de los siglos.
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura
Éxodo 12, 1-8, 11-14
Lectura del libro del Éxodo.
En aquellos días, el Señor les dijo a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: “Este mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del año. Díganle a toda la comunidad de Israel: ‘El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito.
Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas amargas. Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir, el paso del Señor.
Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.
Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor. De generación en generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua’ ”.
Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 115
R. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
¿Cómo le pagaré al Señortodo el bien que me ha hecho?
Levantaré el cáliz de salvación, e invocaré el nombre del Señor.
R. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo el hijo de tu esclava.
R. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo.
R. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
Segunda lectura
1 Corintios 11,23-26
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios.
Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él”.
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor,que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
P. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
P. Del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: “Señor, ¿me vas a lavar tú a mí los pies?” Jesús le replicó: “Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde”. Pedro le dijo: “Tú no me lavarás los pies jamás”. Jesús le contestó: “Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”. Entonces le dijo Simón Pedro: “En ese caso, Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza”. Jesús le dijo: “El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos”. Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: ‘No todos están limpios’.
Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”.
P. Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Lavatorio de los pies
El Lavatorio de los Pies es omitido este año para guardar el distanciamiento social necesario para detener que se propague el COVID-19.
HIMNO
Hazme un instrumento de tu paz
Hazme un instrumento de tu paz
Donde haya odio llevo yo tu amor
Donde haya injuria tu perdón Señor
Donde haya duda fe en ti
Maestro ayúdame a nunca buscar
El ser consolado sino consolar
Ser entendido si no entender
Ser amado sino yo amar
Hazme un instrumento de tu paz
Que lleve tu esperanza por doquier
Donde haya oscuridad lleve tu luz
Donde haya pena tu gozo Señor
Hazme un instrumento de tu Paz
Es perdonando que nos das perdón
Es dando a todos que tú te nos das
Muriendo es que volvemos a nacer.
¿Por qué el sacerdote le lava los pies a doce personas?
El Papa Benedicto XVI llama este momento la hora de la transformación. El dice: “Este es el momento en el que salimos de las limitaciones de nuestra humanidad imperfecta, y a través de la gracia de Dios, entramos a lo que es divino.” Así que Jesús se quitó su manto, se amarró una toalla a la cintura y con toda humildad les lavó los pies.
Para entender el significado de este acto, necesitamos saber que en aquel entonces, cuando una persona recibía invitados en su casa, era la costumbre asegurarse que hubiera un esclavo listo para lavar los pies de todos los invitados. Esta era una señal de bienvenida para prepararlos y limpiarlos para la cena. Era una tarea sucia llevada a cabo por un esclavo que no tenía dignidad.
Así que en un acto de completo abandono, nuestro Señor Jesucristo, el Rey de reyes, el Amo del universo, se hincó frente de cada uno de sus discípulos y dejando su dignidad a un lado, les lavo los pies. Descendió a la posición más baja para purificarlos y prepararlos para hacerlos dignos de unirse con el Señor. Les enseñó cómo es en verdad el amor de Dios, se abandonó completamente a ellos como un esclavo, sin reservaciones, se vació a sí mismo. Esto es el regalo del Amor fraterno.
Hoy recibimos una invitación a reflexionar sobre lo que significa amar hasta el extremo. Es un recordatorio de que recibimos todo lo necesario para amarnos unos a otros de la misma manera que Cristo nos ama, y a salir de nuestra humanidad imperfecta para entrar en lo divino.
Liturgia de la Eucaristía
HIMNO DE OFERTORIO
Las llagas de Cristo
Jesús mismo cargo hasta la cruz nuestros pecados,
Y fue herido para que nosotros fuéramos salvados.
Y volvimos por su gran amor al redil del buen pastor,
Salvos somos por su misericordia y su pasión.
Las heridas de tu frente dé luz a mi mente.
La herida de tu costado me brinde un nuevo corazón.
Que las llagas de tus pies guíen los míos.
Que las llagas de tus manos,
Extiendan las mías a hacer el bien.
Padre yo te suplico escúchame.
Oración Sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente de estos sagrados misterios, pues cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Acto de Comunión Espiritual
Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti, oh Jesús, no permitas que me separe de ti. Amén.
Himno de Comunión
Bendita Eucaristía
A ti el más inocente,
A ti el omnipotente,
A ti mi rey y Señor, mi Dios y Salvador,
Te crucificaron,
Tus manos y pies clavaron,
Y tú lo aceptabas,
Más no te vasto con morir,
Sino que te quedaste aquí.
Bendita Eucaristía,
Bendito Señor.
Adoro tu cuerpo,
Que entregaste por amor.
Bendita Eucaristía,
Bendito sea Dios,
Ya no soy yo quien vive,
Eres Tú quien vive en mí.
Yo puedo recibirte,
Tomarte y hacerte parte de mí,
Sí, eres mi Dios,
Tan pequeño en ese pedazo de pan.
Oración Después de la Comunión
Dios todopodoreso , que asi como somos renovados por la Cena de tu Hijo en esta era presente, podemos disfrutar de su banquete por toda la eternidad, Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
El sacerdote camina en un corta procesión con Jesús presente en el Santísimo Sacramento al Tebernáculo. Todos se arrodillan en oración durante la procesión y rezan en adoración al Señor por los enfermos y los que los cuidan, y por un fin a la pandemia del Coronavirus. Permanecemos en silencio delante del Señor presente en el Santísimo Sacramento.
Traslado del Santísimo Sacramento
Mañana tendremos el Vía Crucis a las 3 pm y la Celebración de la Pasión del Señor a las 5:30 pm en inglés y a las 8:00 pm en español. Vigilia Pascual Sábado a las 8:15 pm. El Domingo de Pascua tendremos Misa en inglés a las 10am y en español a las 12pm.